¡Hola Néstor!
Sigues en tu línea dando en el centro de la diana,como decir tanto en unas viñetas tan explicativas y realista de lo que nos acontece.
¡¡Me ha encantado lo de Chiripitifláutico,!!!!! un saludo Mª José P.
... por vuestros comentarios. Me considero un espectador atónito de la integración a calzador de los recursos TIC. No es lo mismo la pose que la actitud. Viene a ser el fondo de la cuestión. Como casi siempre...
¡Gracias por esta magnífica viñeta que sintetiza y expresa tanta sabiduría!
Saludos cordiales,...
Como todas tus imágenes, ¡¡genial!!.
Néstor, me tomo la libertad de incluir esta imagen y la de deberes 2.0 en un artículo de mi blog.
Mil gracias por ser como eres.
Gracias. Hacia tiempo que no encontraba algo tan sencillo (menos las ilustraciones), tan claro, tan útil..., y al mismo tiempo tan útil.
"Trato de explicar, finalmente, eso de introducir a gente en la web 2.0 desde el escepticismo.
Bueno, lo primero es quitarse de lo 2.0 y optar por hablar de lo social; que eso perdurará mientras que lo 2.0 se quedará atrás, obsoleto, como cualquier ordinal.
Después se trata de hablar del enorme potencial de la conversación y de los espacios de colaboración que la web social hace posible.
Finalmente, ya es hora, superada la euforia de los primeros días, de presentar una severa crítica de la web 2.0.
Miguel Rodríguez (blog "Los sueños de la razón")
http://bit.ly/cDTxWn
hola:
Se pueden conseguir en alta resolución para imprimirlas?
Gracias.
Hola:
¿Se pueden conseguir estas viñetas en alta resolución para imprimir en tamaño grande?
Gracias
Competencia Digital
La competencia digital no existe: es pura propaganda del sistema. Existe una competencia de seguir aprendiendo de forma autónoma, que incluye varias herramientas, entre ellas la digital, pero en sí misma no es más que el manejo de una herramienta, no una competencia, como no son competencias el saber poner lavadoras, conducir o hacer funcionar cualquier otro aparato eléctrico/electrónico.
El libro de texto digital es y no es el término apropiado. Es un término apropiado porque se refiere a uno de los grandes errores en la formación actual del profesorado: confundir el maestro con el pedagogo. El maestro enseña, y el pedagogo enseña cómo se enseña. No se le puede pedir al maestro que elabore unidades didácticas o tareas integradas, porque ése no es su papel, a pesar de que haya maestros/as que sean capaces de hacerlo. El maestro recibe las unidades y se esfuerza en enseñarlas.
Por ello, el libro de texto digital se refiere a una guía para el enseñante, como ha sido siempre, y por ello es un término apropiado.
A la vez, no es un término correcto, ya que libro de texto y digital son términos no asimilables. De hecho, un buen libro de texto complementado con una buena base de recursos digitales es un sistema perfectamente válido: no se trata de que el alumnado permanezca todas las horas o ninguna frente al ordenador o la PDi, sino algún lugar entre ambas opciones contrapuestas.