Este post expresa simplemente dos desafíos para nuestras experiencias con TIC en 2013, pensados a partir de dos ideas (y ejemplos) puntuales provenientes uno del diseño y otro de la investigación científica de nuestros sentidos.
En general, las personas tendemos a asumir lo que vemos (como si fuera real), a pesar de que hace décadas que lo sabemos científicamente y unos 8 siglos aproximadamente, que lo dice la filosofía: nuestros sentidos nos engañan. Es por esto por lo que tenemos que ejercitarnos en realizar conexiones, muchas, para tener más elementos (indicios, indicadores) de qué es lo que estamos obviando. Porque como dice la teoría conectivista, el contenido cambia con las conexiones y las conexiones cambian con el contenido, digamos ahora, el significado de lo que vemos a primera vista cambia cuando tenemos más herramientas con qué mirar. Y, cuando nuestra red de conexiones es lo suficientemente amplia como para considerar distintas perspectivas, se alcanza un cierto nivel de significado.
Por otra parte, también tendemos a simplificar. A pesar de que somos exponencialmente complejos, nuestra mirada tiende a organizar, somos seres que amamos la organización (tal vez por eso el social bookmarking, etiquetado social, podría ser un excelente ejemplo de tecnología que imita nuestros procesos cognitivos).
Un buen ejemplo de aplicación de la simplicidad de la mano de la teoría de la Gestalt es este proveniente del diseño de objetos tecnológicos que muestra John Maeda en su libro Las Leyes de la Simplicidad (MIT, 2006), los botones de control del iPod. De izquierda a derecha: en su primera versión unificados pero difíciles de tocar, en su segunda versión complejizados (más botones, más funciones) y en el tercer diseño, integrados y funcionales, "la manera más simple posible" dice Maeda.
Un desafío para el 2013 es llevar este principio a nuestros diseños de experiencias con TIC en Educación. Eliminar lo innecesario, unificar procesos, generar herramientas de la mayor simpleza posible. Lo cual no quita (no descarta) la complejidad. La complejidad es necesaria, sólo que no se ve, o mejor dicho es deseable que esté por detrás de lo que sí se ve. Es como pensar en el buscador de Google, es simple a los ojos del usuario, la complejidad está por detrás, o en todo los procesos que genera cada búsqueda.
El otro desafío es pensar proyectos sin asumir lo primero que vemos, o lo primero que tenemos a la vista hoy, intentando expandir nuestra red para poder mirar más puntos de vista y alcanzar algún nivel importante de significatividad. Explorar herramientas, conectar con personas, estudiar teorías, aventurarse en experiencias, sabiendo siempre que el cerebro asume ciertos supuestos universales, y las tecnologías no son la excepción. Este vídeo es del investigador Richard Wiseman nos pone en situación con algunos objetos simples.
Descubrí el video gracias a @Silvia___TIC que linkeó un post de Microsiervos.
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